¿En estos días sientes menos energía y estás más irritable? ¿Tienes pocas ganas de salir y prefieres suspender los encuentros sociales? Quizás estás padeciendo “tristeza invernal”, un trastorno afectivo estacional. Aquí te contamos cuáles son los síntomas y cómo tratar de evitarlo.
El trastorno afectivo estacional es una tristeza o depresión asociada con los cambios de estación. En general, sus primeros síntomas aparecen en otoño y se profundizan en estos días de temperaturas más bajas y noches más largas. Es una caída general del ánimo que está relacionada con el momento del año.
¿Por qué se produce esta melancolía invernal? Algunos lo explican por el hecho de que los días son más cortos, el cuerpo no se acostumbra bien a los cambios de horarios y al frío, por lo que necesita dormir más tiempo.
Según Juan G. Castilla, miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid “algunos estudios sugieren que existe un déficit en la actividad de serotonina en el cerebro en aquellas personas que padecen este trastorno”. También habría alteraciones en la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño, provocando ese estado de cansancio permanente.
El especialista también explica que la falta de vitamina D puede “acentuar los problemas porque se conoce que está relacionada con la serotonina. Se puede dar por desajustes en la alimentación o en la baja exposición a los rayos solares”.
También hay condicionantes que no son físicos, sino sociales. En esta época del año, con las fiestas navideñas, todo a nuestro alrededor parece imponer que se debe ser feliz. ¿Y si faltan seres queridos o se ha tenido un año malo? La tristeza puede crecer por dentro justamente en aquellos momentos en que todos esperan que seamos felices.
Algunos consejos para evitar la tristeza invernal
La exposición a la luz solar es muy importante para la generación de vitamina D y para la creación de serotonina. Si hay unos rayitos de sol, hay que aprovecharlos. Sal a caminar, o siéntate cerca de una ventana. Unos minutos al día bastarán para mejorar el ánimo.
Otra cuestión importante es cuidar la alimentación. En el invierno, solemos comer más comidas calóricas, con carbohidratos, grasas saturadas y azúcares. Aunque momentáneamente parece que mejoran nuestro estado anímico, después este puede decaer con más fuerza. Es importante mantener una alimentación sana, con frutas y verduras, aun en invierno.
La actividad física es fundamental para generar serotonina. En esta época del año en general dejamos de hacer ejercicio y eso aumenta el cansancio y la sensación de fatiga en el cuerpo. Caminar, correr, ir al gimnasio o hacer yoga en casa, todo sirve, lo importante es mantenerse en movimiento.
Los estímulos como la música o las actividades culturales son importantes: música que nos alegre, leer una buena novela, mirar películas. Esto nos distrae de las preocupaciones diarias y de la rutina, incentivando la creatividad y el disfrute.
Evitar el aislamiento social es muy importante. Aunque antes de salir de casa nos sintamos desanimados, los vínculos sociales nos estimulan y mejoran el ánimo.
Darse algunos gustos es importante: comprar esa ropa que nos gusta, ir al cine, comer una tarta o simplemente darnos un tiempo para descansar y relajarnos. Una forma de evitar la tristeza invernal es no pensar todo el tiempo en ella.
Claro que tampoco nos debemos preocupar si algunos días estamos tristes o melancólicos este invierno. Es parte de la vida también tener momentos en que necesitamos “recargar las baterías” y parar un poco. No te sobre exijas y, sobre todo, no te sientas presionado a ser siempre feliz. Así, también, encontrarás el modo de sentirte mejor.