Estamos en pleno período de exámenes y esto puede abrumarte. Estudiar de forma eficiente, no perder el tiempo y superar los exámenes de forma exitosa es un desafío grande, pero no imposible. Aquí te aconsejamos algunas técnicas y prácticas probadas que te ayudarán a maximizar tu tiempo y mejorar tu rendimiento académico.
En período de exámenes, quizás lo mejor es parar un poco y reflexionar sobre cómo estás estudiando. ¿Logras la concentración suficiente o estás todo el día mirando el móvil? ¿Aprovechas las horas de estudio o sientes que no has logrado retener las ideas centrales? ¿Estás aprovechando el tiempo de modo eficiente o no? Después de responder a estas preguntas, podrás plantearte técnicas y prácticas para mejorar tu estudio.
Estudiar mejor y de forma más eficiente no implica solo tener organizado tu material de estudio y dedicarle muchas horas. Eso es fundamental, pero no alcanza si no logras concentración y equilibrio mental. Controlar la ansiedad, ponerte objetivos alcanzables y poder descansar cuando lo necesitas, es fundamental.
1. Planificación estratégica:
Antes de sumergirte en los libros, organiza un plan de estudio. Divide tu tiempo en bloques, por ejemplo, de dos horas cada uno y asigna tareas específicas a cada uno. Establecer metas diarias, semanales y mensuales te ayudará a mantenerte enfocado y a realizar un seguimiento de tu progreso.
2. Cuida tu espacio de estudio:
Crea un espacio de estudio cómodo y libre de distracciones. Asegúrate de tener buena iluminación, una silla ergonómica y todos los materiales necesarios. Un entorno desorganizado puede ser muy malo para tu concentración.
3. Técnicas de estudio:
¿Has escuchado hablar de la técnica Pomodor? Consiste en trabajar intensamente durante 25 minutos, seguidos de un breve descanso de 5 minutos. Después de cuatro rondas, toma un descanso más largo de 15-30 minutos. Esta técnica puede ayudarte a mantener la concentración y evitar el cansancio.
4. Elige el estilo de aprendizaje que más se adecue a ti:
Identifica tu propio estilo de aprendizaje. No todos tenemos los mismos mecanismos para retener información. Para algunas personas lo más importante es lo visual, para otras lo auditivo, para otras lo kinestésico, que está relacionado con el movimiento del cuerpo. Identifica tu propio estilo y adapta tus métodos de estudio. Utiliza gráficos, videos, grabaciones de audio o técnicas prácticas según lo que funcione mejor para ti.
5. Toma de apuntes y resúmenes:
Desarrolla un sistema de toma de apuntes que te funcione. Organiza la información de manera clara, resalta los puntos clave y utiliza colores para resaltar conceptos importantes. Revisar tus apuntes regularmente refuerza el aprendizaje. Prueba primero con un resumen general, después transforma ese resumen en un gráfico. Después prueba de repetirlo en voz alta.
6. Estudio activo:
En lugar de simplemente leer, practica la recuperación activa. Haz preguntas, enseña a otros o resuelve problemas relacionados con el tema. La participación activa mejora la retención y comprensión.
7. Variación de asignaturas:
Evita el agotamiento mental alternando entre diferentes asignaturas. Esto ayuda a mantener el interés y facilita la retención de información. Si sientes que te estancas en un tema, cambia a otro y regresa más tarde.
8. Descansos estratégicos:
El cerebro necesita descansos para funcionar eficientemente. Programa pausas cortas durante tus sesiones de estudio para mantener la concentración. Utiliza técnicas de relajación, como la respiración profunda, para recargar energías.
9. Revisión Regular:
Realiza revisiones periódicas para fortalecer la retención. Programa sesiones de revisión de material antiguo para asegurarte de que la información se mantenga en tu memoria.
10. Vida Saludable:
Una dieta equilibrada, dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente son grandes aliados del estudio. No dejes de cuidar tu salud física y mental en períodos de exámenes: ¡lo necesitas más que nunca!