En los últimos años, los jóvenes en España se enfrentan a cada vez más dificultades para acceder a viviendas en alquiler. Esto afecta la calidad de vida de los jóvenes, su independencia y desarrollo personal. Como alternativa al alquiler tradicional, emergen nuevos modelos como el coliving o residencias compartidas.

El continuo aumento de los precios del alquiler en las grandes ciudades se ha transformado en un obstáculo muy difícil de superar. En Madrid o Barcelona, los precios se han disparado, haciendo casi imposible encontrar una vivienda asequible. Según datos de Idealista, el precio medio del alquiler ha aumentado en un 40% en los últimos cinco años en algunas áreas urbanas.

 

Las dificultades para alquilar

Según un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), tan solo el 15% de los españoles menores de 30 años puede emanciparse de la casa familiar. Según otro estudio de Eurostat, la edad media de emancipación en España es de aproximadamente 29 años, una de las más altas de Europa. ¿El motivo principal? La escasez de viviendas en alquiler y las dificultades para poder afrontar un alquiler tradicional.

En un alquiler tradicional, los propietarios suelen exigir garantías a los inquilinos, como avales bancarios, depósitos de varios meses y contratos laborales indefinidos. Estos requisitos son imposibles para los jóvenes, especialmente aquellos que se encuentran en empleos temporales o que aún están en los primeros años de su carrera profesional.

La demanda creciente de viviendas en alquiler ha contribuido al aumento de los precios y expulsa a los jóvenes hacia la periferia de las ciudades. La construcción de nuevas viviendas no ha mantenido el ritmo necesario para satisfacer la demanda, y muchas de las propiedades existentes están dirigidas al mercado de alquiler turístico.

 

Nuevos modelos de residencias coliving

Las propuestas de coliving o residencias compartidas son una excelente opción frente a los problemas del alquiler tradicional. Las residencias de coliving ofrecen habitaciones privadas en instalaciones modernas, mientras que otros espacios (cocina, comedor, salón) son compartidos. De este modo, el ahorro en gastos es muy importante y es posible habitar en zonas céntricas de las principales ciudades.

Otra ventaja sobre el alquiler tradicional es que el modelo coliving se basa en contratos temporales. Esto permite cambiar de residencia sin tener que pagar indemnizaciones.

El concepto coliving es que una comunidad es más que la suma de las partes. La interacción con personas con los mismos intereses y desafíos aumenta la creatividad de cada uno. Los espacios comunes de las residencias coliving permiten socializar, hacer amigos o generar contactos laborales para el futuro.

El coliving también es una buena opción para quienes trabajan desde casa. Al no tener un ambiente de trabajo compartido, los nómadas digitales o free lance, pueden sufrir la soledad del trabajador por cuenta propia. Las residencias de coliving abren nuevas opciones sociales.

Para los jóvenes que recién empiezan una carrera laboral, o que todavía están estudiando, las residencias compartidas permiten hacer una experiencia más independiente, salir de la casa de los padres y comenzar a labrarse un mundo propio.

 

Un modelo más sostenible

El coliving también es atractivo para los jóvenes que tienen preocupaciones por el cuidado del ambiente. En las residencias compartidas se ahorra en gasto energético y se producen menos desechos, lo que reduce la huella ecológica. ¿Por qué tener una lavadora por persona, si se puede tener una en la residencia y compartirla? ¿Por qué desperdiciar alimentos, si se pueden planificar compras comunes y aprovechar más los productos?

El modelo de residencias compartidas coliving está creciendo en varias ciudades españolas. Madrid y Barcelona concentran la mayor cantidad de plazas, pero también destacan otras como Segovia, Salamanca o Sevilla.